La escasez de alimentos amenaza a la ballena gris del Pacífico
Las ballenas grises migran más de 16,000 kilómetros a lo largo de la costa occidental de Norteamérica, un recorrido más largo que el que realiza casi cualquier otro mamífero. En verano, se dirigen al norte y a veces llegan hasta las islas Aleutianas de Alaska; en invierno, viajan al sur y dan a luz en la costa de México.
Sin embargo, la población de estos animales ha estado disminuyendo de forma alarmante debido a la escasez de alimentos provocada por el aumento de las temperaturas, la mortalidad y la disminución de los nacimientos de ballenas.
"El año pasado nos dimos cuenta deque muchas ballenas venían muy flacas, muy desnutridas y créeme que sinceramente nos mortifica esa situación", relata el guía turístico José Collins.
Este mismo problema de la alimentación es lo que provoca que la ballena no se embarace, y aquellas que lo logran, sufren abortos durante largo trayecto del Pacífico Norte oriental.
"Es común encontrar 4 o 5 crías muertas durante la temporada, en los últimos tres años hemos encontrado entre 10 y 25 en Laguna San Ignacio, entonces es un aumento en la mortalidad muy claro, no solamente en crías, sino en jóvenes y adultos", añade Urban.
Desde el 2019, el número de ballenas grises varadas ha alcanzado las 500 en total. Aunque la causa sigue siendo difícil de determinar, muchos investigadores apuntan a las condiciones del océano Ártico y sus alrededores, que están cambiando rápidamente.