Coahuila se consolida como destino de turismo religioso
Coahuila.- La Procesión del Silencio en Viesca, una de las expresiones más emblemáticas de la Semana Santa en Coahuila, se consolidó en su décima edición como un evento de gran valor cultural y religioso.
Gracias al clima de seguridad en el estado liderado por el gobernador Manolo Jiménez Salinas, se llevó a cabo con miles de visitantes el pasado viernes 18 de abril, quienes se reunieron en este Pueblo Mágico para participar en la solemne caminata que dio inicio en la Parroquia de Santiago Apóstol, que celebra este año 150 años de su fundación.
Este recorrido de fe, devoción y tradición permitió a los asistentes no solo vivir la experiencia de la procesión, sino también disfrutar de la gastronomía, el arte sacro y las artesanías que distinguen a Viesca durante estas fechas.
Como parte de la estrategia de impulso al turismo cultural, el Gobierno de Coahuila, en coordinación con los municipios de Francisco I. Madero, Matamoros, Parras, Saltillo, San Pedro y Torreón, ofrecieron transporte gratuito en autobuses para facilitar la llegada de los asistentes, garantizando su comodidad y seguridad durante el recorrido.
La Procesión del Silencio es una de las tradiciones más significativas de la Semana Santa. Cientos de personas recorrieron tres kilómetros en total silencio, acompañadas únicamente por el solemne sonido de tambores y cornetas. Durante la caminata, se portaron imágenes de arte sacro de gran valor histórico, como la de Nuestra Señora de la Soledad, quien protagoniza este acto de profunda reflexión y espiritualidad.
Cristina Amezcua, secretaria de Turismo de Coahuila, indicó que las tradiciones son el alma del pueblo, y como tales, se deben preservar y promoverlas. Agregó que son una parte esencial del patrimonio cultural que conecta con nuestra historia, nuestra identidad y nuestra fe.
Más allá de su significado religioso, este evento también impulsó la economía local, beneficiando al sector hotelero, gastronómico y artesanal.
Al finalizar la procesión, los asistentes disfrutaron de un ensamble de la Camerata de Coahuila, que interpretó un repertorio de música sacra, en armonía con la solemnidad del evento. Además, el recorrido contó con la participación de alrededor de 22 personas, entre mujeres vestidas de negro, rezanderas y cofradías, todas guiadas por una Banda de Guerra que marcaba el ritmo de esta experiencia.
La Procesión del Silencio en Viesca no solo mantiene viva una tradición de gran significado, sino que también enriquece el patrimonio cultural de Coahuila y de México.
En Coahuila se sigue trabajando para ofrecer no solo un lugar más seguro, sino también un estado lleno de cultura, fe y tradiciones que unen como comunidad.